La cazatalentos de
Vogue
Nadie le ha quitado el trono. En los años 30, irrumpió en la industria de la moda con una atrevida columna y dictó pautas originales y desenfadadas en el vestir. Con frases como "nunca temas ser vulgar, sólo aburrida" y con modelos ultra delgadas y bizcas, impuso sus propios cánones de belleza y elegancia. Además, fue una gran descubridora de talentos, entre ellos, el de Manolo Blahnik.
Considerada una leyenda difícil de superar; primero trabajó en Happer's Bazaar, como una columnista de mirada ácida y estrambótica y, mucho después, en Vogue, como el cerebro creativo que daba cátedra de cómo ser y verse chic a finales de los 60.
Diana comenzó su carrera a una tardía edad de 30 años, durante este periodo la señora Vreeland fundó una tienda de lencería en Londres y se codeó con figuras como Coco Chanel, Cole Porter y los Duques de Windsor, así como también el fotógrafo Cecil Beaton, quien más tarde se convertiría en uno de sus colaboradores imprescindibles.
De vuelta en New York, Vreeland ingresó a Harper's Bazaar, revista durante la cual sería editora durante 25 años.
Vestida a menudo con túnicas negras acompañadas de abundantes joyas de oro, se convirtió en un árbitro de la moda, a mediados de los 50, cuando contribuyó a redefinir los estándares de glamour y estilo. La ropa simple con naccesorios llamativos, los sombreros y los zapatos se contaban dentro de sus objetos favoritos. "Nunca temas ser vulgar, sólo aburrida" era una de sus tantas fraces clichés; también llego a decir que "el bikini era lo más importante que había pasado desde el lanzamiento de la bomba atómica".
Según Andy Warhol, "ella hacía del más mínimo detalle algo importante". como editora de Vogue (desde mediados de los 60 hasta 1971) no sólo transformó esta revista de modas en la más importante del mundo, sino que cambió la forma de cubrir las noticias del rubro.
En los años 60 promovió las carreras de Twiggy (quien fue 25 veces portada de la revista) y la de Lauren Hutton. De paso, gracias a Vreeland actrices de estampa "rara",como Barbra Stresisand y Angelica Huston se transformaron en paradigmas de belleza.
De Vogue al museo
Estaba en la cima del poder cuando (para su sorpresa) una nueva administración la despidió de Vogue, sin explicaciones, en 1971. Pero como su carácter nunca fue el de perdedora, Diana regreso al año siguiente al mundo de la moda como asesora del Instituto del Vestido del Metropolitan Museum de Nueva York.
Inauguró la década siguiente con términos como "look" en referencia a "la imagen o aspecto de las personas, basados en el carácter individual.
Años más tarde, cuando quedó ciega, pocos años antes de morir de un ataque al corazón, Vreeland dijo que fue porque había visto demasiadas cosas bellas en su vida.
En resumidas cuentas... Diana Vreelan un verdadero mito en el mundo de la moda que Anna Wintour (21 años como editora), la actual y poderosa editora ícono de Vogue, y considerada una de las personas más influyentes en la industria no ha podido derribar.
Diana comenzó su carrera a una tardía edad de 30 años, durante este periodo la señora Vreeland fundó una tienda de lencería en Londres y se codeó con figuras como Coco Chanel, Cole Porter y los Duques de Windsor, así como también el fotógrafo Cecil Beaton, quien más tarde se convertiría en uno de sus colaboradores imprescindibles.
De vuelta en New York, Vreeland ingresó a Harper's Bazaar, revista durante la cual sería editora durante 25 años.
Vestida a menudo con túnicas negras acompañadas de abundantes joyas de oro, se convirtió en un árbitro de la moda, a mediados de los 50, cuando contribuyó a redefinir los estándares de glamour y estilo. La ropa simple con naccesorios llamativos, los sombreros y los zapatos se contaban dentro de sus objetos favoritos. "Nunca temas ser vulgar, sólo aburrida" era una de sus tantas fraces clichés; también llego a decir que "el bikini era lo más importante que había pasado desde el lanzamiento de la bomba atómica".
Según Andy Warhol, "ella hacía del más mínimo detalle algo importante". como editora de Vogue (desde mediados de los 60 hasta 1971) no sólo transformó esta revista de modas en la más importante del mundo, sino que cambió la forma de cubrir las noticias del rubro.
En los años 60 promovió las carreras de Twiggy (quien fue 25 veces portada de la revista) y la de Lauren Hutton. De paso, gracias a Vreeland actrices de estampa "rara",como Barbra Stresisand y Angelica Huston se transformaron en paradigmas de belleza.
De Vogue al museo
Estaba en la cima del poder cuando (para su sorpresa) una nueva administración la despidió de Vogue, sin explicaciones, en 1971. Pero como su carácter nunca fue el de perdedora, Diana regreso al año siguiente al mundo de la moda como asesora del Instituto del Vestido del Metropolitan Museum de Nueva York.
Inauguró la década siguiente con términos como "look" en referencia a "la imagen o aspecto de las personas, basados en el carácter individual.
Años más tarde, cuando quedó ciega, pocos años antes de morir de un ataque al corazón, Vreeland dijo que fue porque había visto demasiadas cosas bellas en su vida.
En resumidas cuentas... Diana Vreelan un verdadero mito en el mundo de la moda que Anna Wintour (21 años como editora), la actual y poderosa editora ícono de Vogue, y considerada una de las personas más influyentes en la industria no ha podido derribar.
(La tercera, mujer, Domingo 09 agosto de 2009)
No hay comentarios:
Publicar un comentario